Mercado Municipal

El nuevo mercado de producto fresco de Manlleu es un edificio con tintes mediterráneos: la zona de venta es un gran espacio diáfano con la luz como protagonista, una luz controlada y tamizada a través del sistema de lamas de madera de las fachadas y de la piel interior de paneles y lamas de virutas de madera. El resultado es un ambiente relajado y cálido, con una iluminación similar a la que podría proporcionar un umbráculo.

Una piel continua de zinc, que unifica fachada y cubierta, se pliega generando diferentes alturas que permiten la entrada de luz natural y la ventilación cruzada en todo el edificio. Esta piel se desdobla creando unos porches para los accesos principales. La cubierta fragmentada dialoga con la altura de los edificios de su entorno y disimula su gran escala.

La altura variable del edificio responde a las necesidades concretas del programa que alberga en su interior: el gran espacio de venta de productos, diáfano gracias a un sistema de cerchas metálicas prefabricadas, goza de la altura  total y de unos grandes ventanales lineales en los pliegues de cubierta.

La zona logística se sitúa en la parte oeste y tiene dos plantas de menor altura, igual que la franja este, dónde se sitúan las actividades que funcionan con independencia horaria del mercado (y por lo tanto puede sectorizarse): restaurante, bar, salas polivalentes y espacios para asociaciones municipales.

El nuevo edifico es una pieza clave dentro de la “ley de barrios” para rehabilitar el barrio. Se respeta la jerarquía de calles potenciando la calle Pintor Guàrdia como eje central del barrio de l’Erm, de carácter peatonal y vertebrador de equipamientos y espacios públicos.

Se potencia la conexión visual exterior-interior con una planta de acceso básicamente transparente y con la continuidad del pavimento interior del mercado hacia el exterior ocupando el espacio de los porches. El sistema de franjas de la cubierta se traslada también al pavimento interior a través de unas líneas de granito negro que continúan en el exterior reforzando la idea de conexión y facilitando la definición de la zona posterior de aparcamiento, de las zonas vegetales arboladas, de las superficies duras de la urbanización y la colocación del mobiliario urbano.

Se ha utilizado un sistema constructivo semiindustrializado de construcción en seco para poder cumplir los cortos plazos de ejecución (8 meses) y evitar al máximo los residuos: estructura metálica, paneles sandwich de madera de gran formato, lamas de madera, fachada y cubierta de zinc y paneles interiores de OSB. Todos los materiales tienen acabado natural (madera y zinc). Los sistemas pasivos utilizados, los sistemas de calefacción y refrigeración con energías renovables (geotermia, recuperadores de calor..), el depósito de recogida de aguas de cubierta y el posible desmontaje y reciclaje del edificio, permiten alcanzar un excelente comportamiento energético del edificio.