Reestructuración de la Avenida Diagonal

Desarrollo de dos propuestas para la reestructuración de la avenida, puesta en funcionamiento de la nueva línea de tranvía y diseño del espacio público sobre una longitud de 3,7 km. Conjuntamente con el Servicio de Urbanismo de la ciudad de Barcelona, Carme Ribas y Bernardo Sola. En 2008 el Ayuntamiento de Barcelona propone la transformación de la secuencia central de la avenida Diagonal como lugar de encuentro para las personas, eje estructurante de transporte público integrando una nueva línea de tranvía y lugar de referencia para toda la ciudad. El proyecto de espacio público debe afirmar los elementos que conforman los valores de axialidad, continuidad y unidad, al mismo tiempo que domine, con su propia morfología, la lógica de los diferentes sistemas que intervienen en el espacio urbano: usos, infraestructuras, gestiones, etc, no siempre coherentes entre ellos mismos. Ofreciendo soluciones para el aparcamiento y un transporte público eficaz a lo largo de toda la longitud de la avenida, esta intervención favorece la cohabitación entre todos sus usuarios y tiende a resolver los problemas de circulación y sobrecarga de la avenida. Se plantean dos opciones: Opción A: Bulevar La propuesta se basa en la morfología actual de la avenida, reorganizando los usos sin alterar el espíritu inicial de los paseos laterales y la circulación central. La posición actual de los árboles se conserva. Ésta opción configura un espacio de proporciones 1/2/1. La situación de los recorridos laterales favorece la continuidad peatonal a lo largo de la avenida. La franja central, reservada a la circulación, se acondicionará en plataforma para el transporte público con el tranvía y el bus en posición adecuada y una vía mixta para taxis y vehículos de servicio. Esta disposición garantiza la eficacia del transporte en común y la seguridad de los viandantes. Opción B: Rambla Esta opción modifica la morfología de la Diagonal a partir de los nuevos condicionantes funcionales. La vegetación se reorganiza según cuatro alineaciones equidistantes entre ellas y las fachadas de los edificios y se libera del condicionante impuesto por la conservación del arbolado existente, creando una explanada. La distancia de 12m entre los árboles facilita la organización de los usos: rambla con paseo central de 15m, calzadas de 9m y aceras de 8,50m. Sobre las calzadas circulan transporte en común, vehículos de servicio y transporte privado (aunque reducido). Las proporciones entre las diferentes bandas y la disposición de los árboles configuran un espacio único compartido por peatones, ciclistas y conductores garantizando tanto la continuidad longitudinal como la transversal.